viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz Año

¡¡Feliz salida y entrada de año!!
Y qué mejor para terminar el año que una magnífica tira de ese maestro llamado Charles M. Schulz.
 Traducción (mía):
 1) Siempre estás detrás de la gente para que haga propósitos de año nuevo
2) ¿Por qué tenemos que hacer nuestros propósitos justo el primero de enero?
3) ¿Por qué el primero de enero?
4) ¡Es más chulo!

jueves, 30 de diciembre de 2010

Calendario

16 de marzo

Camino por estrechas callejuelas, buscando un asidero que me rescate del olvido. Pero mis pies sufren de ampollas y mi voluntad está demasiado maltrecha.

20 de marzo

Anoche encontré un pequeño trozo de papel garabateado por una frase que me trastocan el resto del día: "Yo sé que existo porque tú me necesitas".

25 de marzo

He descubierto de quien era el extraño mensaje que leí hace unos días, es de Ángel gonzález. Me decido por buscar más información sobre él.

2 de abril

He leído ya varios libros suyos. Me ha costado mucho, pero el esfuerzo ha merecido la pena. En la búsqueda he tropezado con otros poetas: Olga Orozco, Paul Eluard, García Lorca, Pablo Neruda... Son tantos y con tanto que dar y decir que ya hace mucho tiempo que he olvidado porque comencé todo esto.

15 de junio

Acabo de terminar mi último verso. Lo escribí sobre el mugriento azulejo del baño del último pub que recuerdo. Decia: "Y qué si solo somos nosotros dos...".

19 de agosto

Aún sin saber por qué he escrito todo esto.


¿Y tu?
 

miércoles, 22 de diciembre de 2010

M recogió la carta con las manos temblonas y un áspero nudo en la garganta. Hacía ya más de un año que J se había ido muy lejos de allí. "A luchar por la libertad" le decían. Pero J solo quería pasar lo más desapercibido posible y dejar que el tiempo rodara lo suficiente para volver a su vida de antes, con M, sobre todo con M. A pesar de las ganas que ella tenía de devorar las palabras de J, esperó paciente hasta el atardecer para sentarse en el banco de la plaza donde solían hacerse arrumacos. Cuando la tarde decrecía, M alcanzó el estrecho banco de madera y se sentó con suavidad. Tomó la carta, la abrió con su pequeña navaja y comenzo a leer:

" Querida M,

Te escribo apoyado sobre mi petate, con el sol cayendo de pleno sobre el campo. Te echo mucho de menos. Aquí todo es polvo, cansancio y miedo. No sé si te llegará esta carta. Las cosas se estan poniendo cada vez más complicadas.  He tenido suerte y todavía no he tenido que disparar contra nadie..."


lunes, 13 de diciembre de 2010

Rojo era el mechón que le colgaba sobre la frente. Cuando la conoció en uno de esos barullos que se forman a la salida de un gran evento deportivo. La sujetó del brazo cuando iba a caer fatalmente sobre un bolardo descapuchado. El rescate le valio un café. Hablaron del partido: el Geta había ganado al Barça y se mostraban y se mostraban eufóricos. Le dijo que se llamaba Alberto y que tenía cinco años menos de los que en realidad marcaba su DNI. Intercambiaron sus móviles. Quedaron tres días después para ir al cine. Pero su mechón ya no era rojo sino de un azul pálido y a él nunca le gustaron los engaños...



martes, 30 de noviembre de 2010

El lienzo

El hombre menudo entró con grandes zancadas al estudio. Aquella noche había soñado con su gran obra. La obra que conseguiría hacerle pasar a eso que llaman posteridad. El lienzo, inmaculadamente blanco, aun se situaba desafiante en el centro del estudio.
El hombre menudo cogió uno de los carboncillos que se amontonaban desordenados encima de un bidón de plástico. Comenzó haciendo el bosquejo. Su mano se movía con libertad, como si fuera por sí sola.
El hombre menudo se alejo unos pasos para ver el resultado del dibujo a carboncillo. Lloró. Por fin lo había conseguido.
El hombre menudo siguió pintando con su paleta. Estuvo horas y horas. Sin parar. A las siete y veinticinco de una mañana fría y con nieve terminó el trabajo.
El hombre menudo durmió bajo el lienzo, ahora inmaculadamente pleno, como jamás lo había hecho en su vida. Cuando despertó, tapó el cuadro con una sábana y se marchó de allí.
Sin embargo, todo quedó en blanco.



 

domingo, 14 de noviembre de 2010

Miradas

Primera mirada
Paula repasaba el borde de la taza de café con su dedo índice. Mario sonreía nervioso frente a ella con un té rojo entre sus manos."ahora", pensaba, "si no ya no podré atreverme". El ritmo de su corazón se aceleró hasta casi percibirse a poca distancia. Y entonces...
- Me gustas- los dos al unísono.
Imaginaron sus labios rodeándose; una tarde sin tiempo; unas sábanas sin fondo.
Pero entonces, no sabían hasta qué punto estaban equivocados.

Segunda mirada
El dedo de Paula repasaba lentamente la taza de café negro. Había bebido ya casi hasta la mitad. En uno de los lados se distinguía el contorno de unos labios y una pequeña mota de carmín. Su mirada era gacha y nerviosa, que solo levantaba levemente para fijarla en Mario. Este, de igual mirada gacha pero de mayor soltura cuando se fijaba en Paula, atrapaba entre sus manos una taza de té rojo. Entonces, las respiraciones de ambos se aceleraron. Y al unísono dijeron: "me gustas".
Después se rieron nerviosos, entrelazaron sus manos y salieron de allí. Giraron en la calle donde vivía Paula.
Se despidieron en el portal con un beso y una promesa.

Tercera mirada
Vaya. Parece una primera cita. A ella se le ve más nerviosa. Ahora me fijaré. Joder. Este pie me está matando. Aquí llega el pedido. Sí. Ella lleva un perfume caro para su edad. Parece que le gusta mucho. Desde la barra no se ve bien pero él la mira como si fuera un trofeo. Han dicho algo. Parece que la cosa va bien. Paga él. No sé, pero no me da muy buena espina.

martes, 2 de noviembre de 2010

Colores

  Un gris sucio y roído por el sueño ronda el sotobosque en busca de un poco de luz que convierta en realidad su ironía. El amarillo intenso surge de entre el metal. Un siamés que apenas reconoce la vida, vacila torpemente por los hierbajos. Su hermana desconfía de nuestras manos y se esconde en el improvisado refugio que preparó su madre. Aunque esta, cansada de soportar su carga, los ha dejado a su incierta suerte. Aún se estremece el añil cuando Dana y Nani juegan en una frágil caja de cartón. Un suave rojizo golpea mi cara cuando Nani, la gata huidiza y desconfiada, no se separa de nosotros. Pero una mano de azufre resurge de las entrañas de la tierra y separa  a las dos siamesas.
  Ahora todo se vuelve magenta, marrón, gris..., oscuridad. Al día siguiente se llevan a Dana. Nunca más volverán a estar juntas.
  Las nubes tardarán en teñirse de cielo.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Nocturno

Entre las brumas óxidas de la gran ciudad
a la salida de los esforzados trabajadores que no lograron atrapar sus sueños
un malvivido saxo eleva sus acordes al cielo fosforescente.
Los neones los acogen como si fueran refugiados de algún extraño país en conflicto.

Todo parece desvanecerse al final del día.
                             y
solo la distancia permanece...

lunes, 18 de octubre de 2010

Zueco

Aquella noche llovía como si nunca hubiera de parar. L, frente a la ventana del salón, apuraba el último sorbo de café mientras pensaba como iba a decirle a R que el zueco de porcelana que le regaló en su última visita a Holanda se había hecho añicos. Pero hoy no. Hoy le tocaba hacer de profesor y a ella hacer de niña desobediente. Y llevaba demasiado tiempo sin sudar  bajo las sábanas.


viernes, 15 de octubre de 2010

Armario

En casa de mi abuela, en la habitación donde solía dormir mi padre, existía un enorme armario empotrado que no podíamos abrir. Tardes enteras nos pasábamos imaginando qué podría ocultarse en su interior. Mi primo Miguel siempre decía que allí guardaba el abuelo las cosas de cuando estuvo en la guerra: la pistola, su uniforme, ¡hasta una espada! Pero ninguno de nosotros se atrevió jamás a preguntar en realidad qué había realmente dentro. Era mucho mejor quedarse con lo imaginado.
Tiempo después, cuando los abuelos se fueron definitivamente y la casa hubo de venderse, mi padre, que sabía del interés por aquel armario, me dijo que si quería saber lo que en realidad ocultaba. En realidad ya lo sabía. Eran solo sábanas y mantas que se guardaban hasta el próximo invierno. ¿Pero quién es capaz de matar la imaginación?...

lunes, 11 de octubre de 2010

Apuntes

Revolviendo el otro día  encontré mi viejo cuaderno donde anotaba todas la ideas que se me ocurrían para futuras historias. Lo empecé porque era uno de los consejos que Roald Dahl daba en uno de sus relatos para llegar a ser escritor. La verdad es que funcionó, algunas de esas ideas fueron desarrolladas más adelante. Eran párrafos cortos contando solo lo imprescindible.

"Alguien se encuentra con un gato que le habla.."
"Un hombre se encuentra un instrumento en la calle. Aprende a tocarlo... Seguir?..."
"Un niñ@ no ha visto nunca las estrellas porque está en una gran ciudad..."
"Alguien simula su muerte para ver su proipo entierro. Pero no será como espera..."




Y así, unas cuantas más...




lunes, 4 de octubre de 2010

Sentidos

Mi corazón quiere desbocarse hasta hacerse precipitar sobre la luz
sobre la lluvia
sobre las estrellas.

Mis pupilas quieren retener el infinito de los espejos
las sonrisas de los enamorados
el baile de los exploradores de sueños.

Mis oídos quieren captar el silencio
el rumor del viento sur
el susurro de un "te quiero" bajo las sábanas.

domingo, 3 de octubre de 2010

Sombras chinescas

Recuerdo la luz dura de la farola estrellándose contra la cal de la pared. Hacía la temperatura perfecta para correr sin que apenas se notara el sudor de la frente. Pero aquella noche ya habíamos corrido demasiado y los juegos se agotaron sin apenas darnos cuenta. Entonces nuestra abuela nos miró y sonrió como solo ella sabía hacer.
Subió sus manos y comenzó a moverlas sobre la pared blanquísima y las sombras se transformaron en lobo, paloma, conejo,...Nos quedamos absortos, en un profundo silencio mientras ella describía las figuras. La más pura simplicidad en medio de la noche.


Creo que fue en esa noche cuando empecé a soñar...


jueves, 23 de septiembre de 2010

?

Solo surge esto...
humo, sombra, silencio

Solo surge esto...
caracteres, acentos, puntos suspensivos

Solo surge esto...
porque no hay nada que decir

Solo surge un post...
lanzado al vacío


martes, 21 de septiembre de 2010

La realidad siempre supera a la ficción

El templo donde se da culto a la diosa Diana de Nemi o del bosque un sacerdote vigila para que nadie ose profanarlo. Porta una afilada espada y vigila constantemente... Día y noche. Sin descanso. Porque al mínimo desliz: dormir más de lo habitual, descansar de espaldas al lago, relajarse... pudiese ser asesinado por su sucesor. Puesto que el asesino será el nuevo sacerdote-vigilante, también llamado el Rey del bosque.

Esta no es un cuento ni siquiera un leyenda o un viejo mito transferido a través de los grandes poetas griegos o romanos. Es una real tradición bárbara que se situaba en la orilla meridional del lago de Nemi.




Imagen: "El lago del Averno. Enenas y Sibila." JMW Turner, inspirado en la leyenda que se traspasó a la Eneida
Para saber más: "La rama dorada" Jg Frazer

lunes, 20 de septiembre de 2010

La mujer de mis sueños

La veo de espaldas. Con el pelo a la altura de los hombros. Liso y oscuro. Si ladeo un poco mi cabeza puedo adivinar una pequeña trenza de colores que a ella le queda como si fuera parte de su propio cuerpo, de su misma personalidad. Es escasamente más baja que yo. Delgada. Esta sola, apoyada contra la ventana del autobús. Ahora observo sus ojos. Son grandes. Sinceros. Ligeramente asimétricos y de un color caoba claro. Apenas sonríe. Imagino su voz transparente y suave. Envolviéndome como en un arrullo. Sus manos sujetan una gastada carpeta roja. Tiene dedos de maestra infantil. Con las uñas astilladas y colores pálidos en los nudillos. Esta vez intercambiamos una mirada fugaz y pragmática.
Se llama Andrea. Inequívocamente lo supe en el momento en que ella acarició la barra con uno de sus brazos. Solo una persona llamada Andrea puede hacer algo así. Tiene veintidós y le gusta caminar descalza por su habitación. Hoy parece más sonriente. Habla con una amiga de cuestiones intrascendentes, aunque apenas percibo su voz, estoy lejos y arrinconado al fondo del pasillo, frente a una señora malhumorada y sudorosa.

Persigo sus pasos hasta una vieja librería. Va directa a la sección de sociología y tras recorrer con sus dedos el lomo de numerosos libros, rescata un antiguo estudio sobre la población infantil en situación de riesgo social, de tapas azules y  brillantes y de una figura estilizada de apenas unas ciento veintidós páginas. Al volver hacia la salida no puede evitar hojear el último libro de Paul Auster, su autor favorito. Creo que me ha visto. Me miraba de reojo cuando pagaba su libro.
Bastó una mirada intrigante, un pub oscuro, una conversación agradable. Un juego de seducción banal y desmañado que, sin embargo, sirvió para obtener su cuerpo. Pero no fue a ella a quien logré seducir. Mantenía sus ojos y sus cabellos. Su figura. La delgadez de sus brazos y sus piernas. Pero odiaba a Paul Auster y a los niños. Se llamaba Belén y tenía veinticinco años. Su voz era ruda y áspera, aunque no resultaba del todo desagradable y nunca ninguno de sus pies desnudos caminó por el suelo de ninguna habitación. La mujer de mis sueños fue engullida por un personaje hueco y previsible que no tenía nada que decir.

Conversamos al borde de un estanque artificial. Su sonrisa se me hace ahora del todo extraña y ausente. Habla sobre su trabajo y su rutina diaria. La sigo vagamente. Me cuesta concentrarme en sus palabras. No dejo de observar sus salientes nudillos y sus rodillas pequeñas y gastadas. Esta noche hemos quedado para cenar. Nada de lujos. Solo ella y yo en mi apartamento estrecho y desordenado. Seguramente haremos el amor. Espero adaptarme bien a su cuerpo desnudo. Moldear sus sombras con lentitud, bordeando la forma de sus caderas y su vientre, buscando su verdadera identidad.
He besado ya su piel caliente innumerables veces, pero aún sigue sabiéndome a farsa y maquillaje. Su olor me embarga débilmente. Creo que surgió en nuestro primer aniversario. Me di cuenta de que había cambiado cuando nos abrazábamos en aquel viejo mirador. Aquel olor comenzaba a recordarme al de mis sueños. Ahora duerme sobre mi hombro. Vamos camino a Granada. Siempre la quiso visitar. No recuerdo si a mi sueño le gustaba Granada. Pero en algo hay que ceder si quieres conseguir a la mujer que siempre has deseado. Ya no veo sus nudillos tan salientes, aunque sus rodillas sigan pareciéndome gastadas y mínimas. Anoche la volví a llamar Andrea. Esta vez se sonrió e intentó conocer el motivo de mi obsesión con ese nombre.
Hoy he sabido que se descalzó y caminó por su habitación durante el tiempo que se tomaba el café. Me lo dijo ella. Fue un acto inconsciente. Surgió sin más cuando llegó a su habitación con la taza de café en la mano y comenzaron a dolerle los pies. Nos casamos dentro de un mes. Sé que aún su verdadera identidad está atrapada pero será más fácil liberarla cuando vivamos los dos juntos.
Todo se hace ahora demasiado complejo. Cuando siento que estoy cerca de conseguirlo, me sobrecoge con una mirada fría y calculadora que nada tiene que ver con mi ansiada esperanza. Empiezo a creer que lo sabe todo. Que solo está jugando conmigo. Unos días casi pareciera estar frente a mi anhelado sueño, y otros solo es una mera sombra de lo que puede llegar a ser. Ya no sé como lograrlo. Siento que se aleja cada vez más. Temo que haya que resignarme y aceptar como mi verdadero sueño a mi controvertida compañera.

Belén mordisquea una enorme manzana mientras sostiene su mirada en las calles del barrio, de pie, con las piernas ligeramente abiertas. Fuera llueve mansamente sobre los tejados. La observo de lejos, sentado en mi viejo butacón, con una pesada novela en la mano. Hoy está radiante. Diría más bella que nunca. Quizá sea tiempo de cambiar de sueño. Estoy sin fuerzas para continuar descubriendo su secreto. Además, creo que me estoy enamorando de ella. Percibo su cuerpo y su voz como algo natural y cercano, como si siempre hubieran estado conmigo. Aborrezco a Paul Auster y comienzo a hacerlo también con los niños. Me parezco tanto a ella. No he sabido ver su fachada como algo que merece ser observado más de cerca. Debería aproximarme a ella ahora y susurrarle al oído que la quiero con toda mi alma. Que siempre la quise y que jamás dejaré de quererla. Me acerco sigilosamente por su espalda y la abrazo con fuerza, besando su cuello repetidas veces. Le digo al oído todo lo que siento. Ella se vuelve, seria, sosteniendo su mirada contra la mía. Cuando reconozco mi verdadero sueño ya es demasiado tarde. Lo pierdo todo en un instante de debilidad. La mujer de mi vida me puso a prueba... y la perdí.




miércoles, 15 de septiembre de 2010

Me acerco a tu vientre con la cara borrada...
Fuera las farolas se ruborizan, los perros reclaman su luna 
y  los borrachos intentan mantenerse en pie.
Tu ombligo sabe a sal e incertidumbre.
Tiemblo.
La noche se hace de metal y ladrillo.
Cierro los ojos, te atrapo, nos hacemos infinitos.

martes, 14 de septiembre de 2010

Trasegando palabras

Cuando se empieza un blog no sabes muy bien a donde te llevará. Puedes marcar etiquetas, secciones o cajones desastre que al final se irá configurando por sí mismo como un ente orgánico propio dependiendo de tu estado de ánimo o de las fuerzas que tengas para seguir escribiendo ficciones o buscando temas sobre los que escribir.
Bueno, al menos ese ha sido mi caso. Creé este blog para compartir con los escasos viajeros del ciberespacio que se tropezaran con esta bitácora mis versos y relatos que guardaba en carpetas azules y cuadernos en espiral. Pero después recordé lo que anotaba en mi libreta cuando marchaba en el tren o el autobús. Y surgió "Fragmentos cotidianos". Luego para redondearlo, las lecturas que me hechizaron y poco después los relatos de una pareja a lo largo de su vida.
Los días y los comentarios se fueron sucediendo y el blog fue tomando forma paulatinamente, dejando atrás las secciones que empezaron. Hoy, al intentar escribir una nueva "historia del círculo", me he dado cuenta de que escribía como si tuviera un apretado corsé sobre mi pluma, que no la dejaba fluir por los caminos que ella decidiera. Así, después de esta retahíla de palabras que han ido surgiendo casi sin querer, intentaré a partir de ahora ser más ingenuo e improvisar a vuelapluma para cazar las imágenes que surquen los cielos...  


domingo, 5 de septiembre de 2010

Nayara


Es hacia la tercera Luna cuando el anciano decide separarlos. Marcharían con el nacimiento del Sol, cuando sus brazos aún estuvieran fríos. Solo partirían Nayara, su hermana, y los dos guerreros más fuertes de la tribu. Debían encontrar comida antes de que las fuerzas se agotaran del todo. Ahora la supervivencia de toda la tribu dependía de ellos cuatro.

El fuego crepita bajo las estrellas. Nayara, tumbada sobre sus espaldas, escruta el cielo preguntándose si realmente aquellos puntos luminosos son las almas de sus antepasados. A su lado, su hermana duerme placidamente mientras los dos hombres se turnan para hacer guardia durante la noche. Cansada, cierra los ojos nerviosa por los acontecimientos que están por llegar.

La tierra ha tenido piedad de ellos. Siguen el rastro de un animal herido. Parece grande y peligroso, pero no tienen otra elección. Caminan sin descanso durante el tiempo que los permite la luz.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Inspiración

Cada vez que se me escapa la inspiración y pienso que no hay ya historias nuevas a las que asomarse, recuerdo aquel extraordinario cuento de Cortazar sobre la lucha de un hombre por salir de su pull-over azul...




* Por cierto, el cuento se titula "No se culpe a nadie" y está incluido en el libro Final del juego

martes, 31 de agosto de 2010

Tejer

Pasear callejuelas desconocidas hurdiendo secretos entre huella y huella

Inventar paisajes hechos de sueño y bruma.

Buscarse entre la multitud figurativa -ausente- armados con su nariz y su boca.

jueves, 26 de agosto de 2010

Historias...

Una tarde caliente y agosta, paseando por una de esas plazas pequeñas de piedra de un periférico pueblo de Castilla que me permitireis que no recuerde su nombre, una encogida y experimentada anciana comenzó a hilarme una de esas historias que se cuentan desde hace tiempo y tiempo.

Decía que en el lugar donde descansa un moribundo aparece un cartero, un repartidor, una esbelta mujer preguntando por una dirección que nunca se consigue concretar,... Siempre alguien tan en sombra y difuso que nadie recuerda cuando se ha marchado. Poco después el moribundo expira. 

"La muerte, supongo", dije con cierto aire de sorna. "Para los afortunados sí, por supuesto", me respondió silabeando las palabras. "¿Y a los que no tienen suerte?", pregunté con curiosidad. "¿Quizá el diablo...?", me soltó sonriendo ladinamente mientras se marchaba, dejándome con la palabra en la boca.



Ilustración: http://ilustrarsobrerieles.blogspot.com/

domingo, 22 de agosto de 2010

Encuentros

Andrés detuvo justo a tiempo la puerta del ascensor. Aliviada, entró con prisa María, delgada y bien vestida, con una nariz y unos labios impecablemente esbeltos, que dejarían entrever una singular belleza sino fuera por la extraña máscara de cocodrilo que cubría su rostro. Andrés, con su traje roído y previsible, solo acertó a musitar su piso de destino y el agradecimiento por las felicitaciones de Navidad.
El ascensor se paró entre el segundo y el tercer piso cinco segundos después. Los gritos tardaron más de veinte minutos en sofocarse. Las palabras de consuelo y el beso en la mejilla no aparecieron hasta pasados veintitrés minutos.
La máscara fue la última en desprenderse cuando los dos ya estaban desnudos.

sábado, 21 de agosto de 2010

Abecedario

La letra M mayúscula se levantó de su pupitre para responder a la pregunta de la profesora: "Qué
hacemos con los paraguas cuando no llueve?" La letra M mayúscula vacila y no sabe qué responder.
"Los hundimos en el océano" le susurra j minúscula detrás de él. Pero M mayúscula está demasiado
ofuscado y nervioso para oir el chivatazo y se queda en silencio hasta que la profesora suspira
hondamente y le dice que se siente a la vez que exclama: "Hoy no habrá más tizas de colores"


martes, 17 de agosto de 2010

domingo, 8 de agosto de 2010

Aburridos

Eres aburrido
Solo cuando estoy contigo
¿Por qué?
Porque me gustas demasiado.
¿Y eso?
Ya ves, el amor y sus retorcidas ideas.
Aun así sigues pareciéndome aburrido.
Lo sé.
¿Y ahora?
No sé. Probemos...
Está bien. Total no tengo nada que hacer el resto del día.


jueves, 5 de agosto de 2010

Rutina (5)

Despertador. Dos minutos más... Agua. Cuchilla. Café. Tostada y mantequilla. Vagón. Gente. Prisa. Números y números. Descanso. Números y números. Vagón. Cocina. Vitrocerámerica. Calor. Tenedor. Filete. Patatas. Dientes. Lengua. Me voy. Hasta la noche. Beso. Vagón. Gente. Prisa. Números y números. Vagón. Cansancio. Sofá. Luz tonta. ¿Qué tal el día? Como siempre. Respiración profunda. Hastío. Habitación. Sábanas. Roces. Estoy cansado. Pero... Estoy cansado, mañana. Buenas noches. Buenas noches. Media vuelta. Media vuelta. Despertador. Dos minutos más... Agua. Cuchilla. Café. Tostada y mantequilla. Vagón. Gente. Prisa. Números y números...

lunes, 2 de agosto de 2010

La Charca

A esa hora todo parecía desaparecer. En el patio solo se sentía el lejano chirrido de las cigarras o, a veces, el leve zumbido de algún moscardón. Me encantaba caminar por allí, curiosear dentro de los agujeros de los ladrillos en busca de arañas u hormigas. Solía meterme en la en la cochera y abrir uno a uno todos los cajones. Lo revolvía todo en busca de algo que hiciera cambiar aquella tarde tan silenciosa. Pero aquel día ya era distinto. Después de que mi abuelo acabara de dormir y yo de merendar y mis primos de estar en casa de sus abuelos, iríamos por el camino del horcajo. Normalmente solo lo recorríamos hasta el cruce o hasta que el abuelo nos mandaba a casa para cenar, pero esta vez íbamos a llegar mucho más lejos.

martes, 27 de julio de 2010

Prólogo para un libro no escrito

Cuando me presentó los primeros borradores no tuve más remedio que quedarme sin habla. En mis manos se encontraba el libro incesantemente buscado. El libro de todos los libros. El libro total buscado por Borges en su biblioteca de Babel. Estaba formado por trescientas cuarenta y tres páginas ( incluyendo agradecimientos e índice), que a su vez se dividían en cincuenta y dos capítulos con tres apartados en cada uno de ellos.

Los primeros tres capítulos iban introduciendo al lector en el vasto universo que le aguardaba. Explicaba palabras, metáforas, símbolos. Diseccionaba detalladamente las motivaciones que le llevaron a escribir el libro, las dificultades que encontró en el camino. Aclara y repite (sin que ello moleste) todas y cada una de las dudas gramaticales, sintácticas, históricas, científicas o de cualquier otra índole que pudieran hallarse en capítulos posteriores, haciendo así un libro adaptado a cualquier nivel intelectual.

lunes, 26 de julio de 2010

Krazy Kat

Hoy se cumplen 100 años de la primera tira cómica en donde aparecieron Ignatz y Krazy Kat. Fue el 26 de Julio de 1910 bajo unos de los márgenes de "The Dingbat Family" en donde se ven al ratón Ignatz lanzando una piedra sobre la coronilla de Krazy Kat.(dibujo abajo)



Son tres los principales protagonistas de nuestra historia: un ratón, Ignatz; un gato/a pues en realidad es una gato asexuado, Krazy Kat y un perro, Offisa Pupp. Los tres forman un extraño triángulo amoroso. Krazy ama con locura a Ignatz de tal manera que hasta los ladrizallos que le lanza los ve como una muestra de cariño. Pupp, el perro policía, ama con pasión al gato/a y por ello persigue sin cesar a Ignatz para meterle en la cárcel y no moleste más a su gran amor no correspondido.



Krazy Kat pasa de lo poético a lo grotesco, siempre con toques surrealistas, la mayoría de la veces expandido hasta llegar al dadaísmo.

¿Y os estareis preguntando por qué tanto interés por este cómic tan antiguo?

Porque es el origen de muchas de, no solo de las tiras cómicas actuales, sino del desarrollo de la animación e incluso de la literatura. Escritores tan importantes como Umberto Eco, Kerouac o E.E. Cummings; pintores universales como Pablo Picasso y por supuesto, autores de historietas tan famosos como Will Eisner, Bill Watterson (Calvin y Hobbes) o Charles M. Schulz (Carlitos y Snoopy.

Por no hablar de la influencia en los dibujos animados clásicos del slapstick (comedia donde se exagera la violencia física): Tom y Jerry, El Coyote y El Correcaminos, el ratón Mickey (sí Walt Disney se basó en nuestro pequeño ratón Ignatz), la mayoría de los clásicos cortos de la Warner,.... para terminar claro por la parodia de estas parodias: Rasca y Pica.


Os dejo unos enlaces por si quereis profundizar en esto...

http://www.elmundo.es/especiales/2010/07/cultura/comic/krazy_kat_01.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Krazy_Kat

http://krazy.com/


domingo, 25 de julio de 2010

Meditando

Solo necesito un instante de vida para escribir un verso y tres generaciones para rozar el sentido de la poesía.
Poesía no es un determinado número de versos agolpados en un papel, poesía es la mirada de dos amantes y el polvo que oculta el camino; poesía es la charla del café y las prisas del viajero. Solo eso y nada más, que diría un viejo pájaro maldito.
La poesía es íntima y universal, egoísta y solidaria.
La poesía solo necesita un espacio donde escribir, ya sea la puerta de un baño o el margen de tu libro preferido.
La poesía solo pertenece a todo el mundo.


“La poesía no necesita ni muchos ni pocos lectores, sólo necesita una página en blanco”



martes, 20 de julio de 2010

Luna roja

El ruido ahuyenta a las mariposas hacia los restos del principio del mundo.

Estas son solo palabras simples y, a veces, huecas, previsibles e intránquilas.

Ojalá pudiera volar por encima de los automóviles y dejar atrás mi sombra

mi espinosa niñez

mi retrato en blanco y negro.


jueves, 15 de julio de 2010

Dibujo




Dibujó aquel cinturón de cuero con su cuerpo arrasado sobre el sofá. Su ligue de anoche había salido instantes antes sin hacer ruido, después de una decepcionante noche de sexo. Era la primera mujer con que se acostaba desde que se divorció hace año y medio. Cuando terminó el dibujo, lo prendió con su cigarrilo y se quedó fijo en él casi sin parpadear hasta que se convirtió en cenizas...

miércoles, 14 de julio de 2010

Humo

Alana colocó cuidadosamente la china en el fino papel de arroz y la mezcló entre el tabaco de su último cigarrillo; humedeció con su lengua la delgada cubierta y lo terminó de cerrar por su extremo. Con una ligera sacudida concluyó el porro y se reclinó sobre el sofá de su habitación.
Daba largas caladas, dejando que la droga penetrara por todo su cuerpo, arrastrándose por las sensaciones con la voz de Ivan Ferreiro como ruido de fondo. Fuera, la lluvia maltrataba la ciudad, anegando todas las alcantarillas e incautos que se cruzaban por su camino. El cuerpo de Alana fue poco a poco haciéndose cada vez más blando, balanceándose en el golpeteo de las gotas en el cristal, que acompañaban el ritmo de la música haciendo que se quedara profundamente dormida.

lunes, 12 de julio de 2010

Gol

Un grito voraz y afónico se extendió por toda la muchedumbre. Un relámpago de extrema felicidad atravesó cada uno de los corazones que latían con rapidez. No se conocían y, sin embargo, se abrazaron uno a otro con fuerza. Al separarse se miraron y se dieron cuenta que ambos tenían lágrimas en los ojos. "Marijose", sonrió ella, "Juan" respondió él. Y dándose las manos, dejaron de ser desconocidos.


sábado, 10 de julio de 2010

Reflexiones cefalópadas

¿Otra vez la misma carne? ¿Y por qué se empeña en refugiarse en esa cueva de cristal? Si luego no tiene ninguna oportunidad contra mis tentáculos. En fin. ¿A cuál voy? Al que mejor huele y mejor sabe, como siempre...

Estúpidos humanos.


jueves, 8 de julio de 2010

Tic, tac...

El reloj de la cocina da las siete y tres minutos. Mi gato ronronea sobre el sofá mientras la tele escupe bazofia dificil de digerir. Fuera comienza a caer un errático chirimiri. Escucho la llave. Es ella. La oigo de lejos decirme que ha empezado a llover hace rato y que debería haber recogido la ropa de la cuerda. Junto a la entrada colocamos los paraguas ya secos, pero ella ha apoyado el suyo-alto, afilado y húmedo- junto al resto. Me acerco a ella por detrás. Recoge con rapidez la ropa inclinada sobre la ventana. Estamos en un octavo piso. Tan solo con un empujoncito con la punta de su paraguas...



Ilustración: http://dianaboveda.wordpress.com/2008/05/25/paraguas/

miércoles, 7 de julio de 2010

Final

¿Quien soy yo para contradecir la extrema felicidad agarrada a un balón de plástico?





"El fútbol es como la vida, una alegría que duele" Eduardo Galeano

martes, 6 de julio de 2010

Banda Sonora (4)


Al girar una de las callejas que dan a la calle mayor comenzaron a escuchar una delicada melodia.

- Es Schubert,¿no?

- No lo sé. Nunca he sido buena recordando nombres.

- Es Schubert si..

Los dos quedaron quietos y muy juntos atentos a la música.

- Se hace tarde.

- ¿Tienes algo suelto?

- No. Además ya le diste suficiente el sábado cuando vino a comer ayer a casa.

- Nunca es suficiente cuando se trata de tu hijo.

- Si tu lo dices.

lunes, 5 de julio de 2010

martes, 29 de junio de 2010

Bambas

Recuerdo que ayer atrapé mi infancia entre cajas de zapatos

Era en un martes difuso y cuadriculado
y mis pupilas se extendian sobre las calles como las alas de una mariposa

Llovia...

Las gotas crepitaban sobre el cristal cuchicheantes y melancólicas
Entonces escuché un ruido
y giré mi sombra hacia él
Vislumbré un destello al fondo de aquel pasillo.
Mis huellas avanzaron sigilosas, casi huecas
hasta alcanzar la luz que se adivinaba invisible
Los dedos de mis pies se enredaron en los cordones
y en un despiste
me la tragué de un solo bocado.

lunes, 28 de junio de 2010

Sopa (3)

Ella sorbía la sopa caliente con ruido. Él daba un sorbo a su vaso de vino. Estaban los dos frente a frente en la pequeña cocina del piso que tenían alquilado desde hacia ya casi un año.

- ¿Nos casamos?- murmuró uno de ellos fijando la mirada en el otro.
- Sí, será lo mejor.

Y volvieron a sus respectivas sopas...

De fondo se escuchaba Moliendo café




">

viernes, 25 de junio de 2010

Espejos



A veces la realidad se deforma hasta hacerse irreconocible...

Entonces, no queda más remedio que desplegar tus alas y sucumbir al cielo.

miércoles, 23 de junio de 2010

Gotas de lluvia

Cuando la niña sostenía su paraguas sobre el cuerpo del funambulista una figura apareció de entre la lluvia. Era de tez cetrina y de una piel acartonada que se plegaba sobre sí misma. Las cuencas de sus ojos aparecían vacías y oscuras. Sonreía. Llevaba un mono blanco con una señal de caracteres inciertos cerca del corazón. Sonreía. Comenzó a llover cada vez más fuerte. Todos estaban inmóviles sobre sus pies o pupitres. Sonreía. En su mano izquierda sostenía un paraguas de cristal. Pero ya no estaban en el aula. Cada uno estaba en su caja de metal con el número de serie correspondiente. La figura volvió a desaparecer. Sonreía.



lunes, 21 de junio de 2010

La primera chispa (2)

M tricotaba una bufanda de lana gruesa junto a la ventana del salón. De vez en cuando paraba y levantaba su vista hacia J, que leía con admirable atención el periódico del día anterior, pues decía que prefería ir con cierto retraso respecto al resto del mundo. En una de las veces que M levantó su vista y fijó su mirada en el paso de una de las hojas del diario, recordó, no sabía muy por qué en ese preciso instante, el primer beso que se dieron.

Fue al final de una larga noche de fiesta. Estaban en el mismo grupo de amigos y desde que los presentaron no dejaron de jugar a mirarse fijamente y rozarse a la menor oportunidad. Por fin, cuando la madrugada se agotaba ya sin remedio, lograron quedarse solos al final del grupo. Ella hizo un poco el tonto e intentó contar un chiste. Él mientras reía tímido y nerviososo. Entonces ella le paró. Te conozco, le dijo. Y él la miró sorprendido sin saber qué decir. Me ayudaste para que no me descubrieran, le siguió informando.
Y no hubo más que acercarse a un rincón y juntar los labios.


viernes, 18 de junio de 2010

Adios Saramago

Se fue Saramago. Ha dado la extraña casualidad de que hoy terminara una de sus novelas: "Memorial del convento". No voy a mentir y decir que fue un libro que me leí de un tirón en una semana, que me fascinó de principioa fin,... Pero siempre tenía algo que hacía que te quedaras un poco más agarrado a sus páginas. En esta ocasión es la extraordinaria historia de amor de dos seres indefensos ante el resto del mundo que se unen porque es el único medio de sobrevivir. Ella, una mujer con el poder de observar el interior de los hombres, pero que nunca vería el de él porque se lo prometió a sí misma. Él, un lisiado en la guerra que quedó manco del brazo izquierdo. Son Baltasar y Blimunda, llamada sietelunas después al ser declarados esposos por ser la continuación de sietesoles, como él se apedillaba.
Su narrativa era única. Uno de los pocos que mezcló y usó como nadie los límites de la ficción para tratar los temas más universales. Con una naturalidad prodigiosa nos puede contar que el mundo se queda ciego de repente o que la muerte ha decidido que no va a caer más sobre los hombres, haciendo insufrible la eternidad.
Le recordare por regalarme hoy uno de esos finales que te cortan el aliento y que te dejan pensando el resto del día.

Hasta siempre...

"Se acostaron. Blimunda era virgen. Cuántos años tienes, preguntó Baltasar, y Blimunda respondió, Diecinueve años, pero entonces su edad era otra. Corrió algo de sangre por la estera. Con las puntas de los dedos índices y corazón humedecidos en ella, Blimunda se persignó e hizo una cruz en el pecho de Baltasar, sobre el corazón. Estaban los dos desnudos. En una calle cercana oyeron voces de desafío, batir de espadas, carreras. Luego el silencio. No corrió más sangre.
Cuando, por la mañana, despertó Baltasar, vio a Blimunda tendida a su lado, comiendo pan, con los ojos cerrados. Sólo los abrió cenicientos a aquella hora, tras acabar de comer, y dijo, Nunca te miraré por dentro."

"Memorial del Convento"; Editorial, Alfaguara.


jueves, 17 de junio de 2010

Infierno

Siempre he pensado que si existiera el infierno, este consistiría en cerrarte el grifo del agua caliente en mitad de la mejor y más reparadora ducha de tu vida....

lunes, 14 de junio de 2010

El primer encuentro (1)

He decidido comenzar a desarrollar una serie de historias (o más bien fracciones de vida)alrededor de la vida de una pareja, desde el primer encuentro hasta donde me alcance la tinta.
Este el primer chispazo que me surgió...


"M y J se conocieron cuando tenían diez años.
M tocaba la pared y se salvaba de ligársela en el siguiente juego del escondite.
J escrutaba la arena con el dedo corazón en busca de piedras raras para su colección.
M se escondió justo detrás de J, bajo el viejo puente. Cuando intentaron buscar por allí, J les mintió y les apartó del camino. M se lo agradeció con una sonrisa y una extraña piedra roja que encontró pegada a su pie izquierdo.

Aún la conserva."


sábado, 12 de junio de 2010

Para la chica de la nariz roja

Si pudiéramos sobrevolar el puente más alto, distinguiríamos una difusa figura al borde de uno de sus muros, asomándose al viento, intentando absorber la distancia hasta el suelo para sentirse parte de las nubes.
No como yo. Que apenas mi perfil se acercara al abismo, mi cuerpo se precipitaría vertiginosamente hacia una caída irreal y angustiosa.

Aunque siempre nos quedará el globo para sujetarnos.

xD


martes, 8 de junio de 2010

Siempre las mismas historias...

La máquina resopló al aterrizar sobre la superficie rocosa. La mujer, con un impecable uniforme de astronauta negro, echó una rápida mirada al exterior de su nave. Todo parecía normal. Con un gesto cansado cogió sus herramientas -apenas un medidor de temperatura y unas tenazas- y salió de la nave. Treinta minutos después, cuando ya estaba concentrada en su trabajo, sucedió algo inesperado. Una leve mariposa, azul con puntitos nacarados, se posó en el borde de sus nudillos y con una voz sigularmente ronca la despidió de un modo fulminante.

sábado, 5 de junio de 2010

Esperándote

Anoche soñé que huían las sirenas.
Desangraban luces por las avenidas de la ciudad
al ritmo de los latidos de los semáforos.

Anoche soñé que se acercaba la distancia.
Y no comprendí por qué mis huesos no dejaban de aferrarse a la tierra
a pesar de todos los intentos de despegar mi piel.

Anoche soñé que una mano me rozaba.
Y creí ser tú.
Un cuerpo que no era el mío
hecho de mi carne y de mis huecos
intentando imaginarme al desnudo.

Anoche soñé que soñaba con el último milagro.
El de ser soñado por tu sueño
para al fin...
dejar de soñar.

jueves, 3 de junio de 2010

Volar

Loco. Un loco de esos que inmortalizan las canciones y recuerdan la ansiada generación de los sesenta como símbolo de libertad. Loco. Y no de los malencarados y antisociales que estigmatizan las malas películas y los que hablan solo de oídas. Loco. Uno de los más bellos locos que jamás haya pisado la Tierra. Yo le conocí. Tenía diez años y me acababa de comprar una cometa azul. La hice volar una extraña tarde de Octubre. Le vi vestido tan solo con un sombrero de copa, unos calcetines amarillos y un objeto esférico que hasta que no se acercó hasta mi y me dijo ¿vuela? no cai en la cuenta de que era una enorme pecera.

martes, 1 de junio de 2010

Definición

amor.
(Del lat. amor, -ōris).

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición

Pero si todos, en algún momento, partimos de nuestra propia insuficiencia... ¿O no?


viernes, 28 de mayo de 2010

Romance de la Princesa

Pequeño e humilde intento de adentrarme en el romance y la poesía infantil. ¿Qué os parece?



Erase una vez que hace
mucho tiempo en una lejana
muy lejana tierra nació
una princesa muy sana.
Era niña alegre y risueña.
Era delicada y grácil.
Era como porcelana
con los deditos de marfíl.

Mas su príncipe no había
todavía encontrado por
ningún remoto lugar y
le ponía de mal humor
y le causaba desvelos
y le provocaba gran temor.

Entonces decidió recurrir
a una verrugosa bruja
con gran naríz y mellada
que fabricaba burbujas
sin pararse a decir "achís."
A ella le pidió un deseo:
un apuesto príncipe azul
que de ella haga un gran museo.

Pócimas y hechizos hizo
para hacer llegar al chico
lo más rápido posible
y diera ella un gran brinco.

Llegó a las siete en punto
montado en un blanco corcel.
Bajó el príncipe de un salto
y se colocó a su merced.

Pero ella un besazo le dio
y se transformó en un sapo
que abierta su bocaza dejó.
"¿Para qué quiero yo un sapo?"
lloraba la tal princesa
con lágrimas como focas.
"Otro beso debes darme
aunque sea en mis dos ancas
y así demostrarás tu amor"
musitó bajito el sapo.
"Esta bien, que así sea"
Y un sonoro beso le atrapó.

Surgió de nuevo el príncipe
y los dos se miraron.
Un beso a los dos unió
para siempre y por siempre jamás.

Devoraron mil perdices
hasta que no pudieron ya más.