Un grito voraz y afónico se extendió por toda la muchedumbre. Un relámpago de extrema felicidad atravesó cada uno de los corazones que latían con rapidez. No se conocían y, sin embargo, se abrazaron uno a otro con fuerza. Al separarse se miraron y se dieron cuenta que ambos tenían lágrimas en los ojos. "Marijose", sonrió ella, "Juan" respondió él. Y dándose las manos, dejaron de ser desconocidos.
Una pequeña entrevista a Anthony Browne. A little interview with Anthony
Browne.
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Es un gran honor para mi entrevistar al que considero uno de los autores
más icónicos e imprescindibles de la literatura infantil y juvenil de los
últimos ...
Hace 5 días
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