Me acerco a tu vientre con la cara borrada...
Fuera las farolas se ruborizan, los perros reclaman su luna
y los borrachos intentan mantenerse en pie.
Tu ombligo sabe a sal e incertidumbre.
Tiemblo.
La noche se hace de metal y ladrillo.
Cierro los ojos, te atrapo, nos hacemos infinitos.
Sugerente, y me encanta la foto.
ResponderEliminarMe gustó mucho, me dio antojo. Seguiré leyendo.
ResponderEliminarSaludos
Gracias jordim. Sí, la foto es estupenda (aunque no sea mía, jeje)
ResponderEliminarMe alegro haber provocado ese antojo Ana. Gracias por seguirme leyendo, espero que también te guste el resto... ;)
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