Todos los fines de semana, a las seis y cuarto de la mañana, suena su despertador... Pero no porque se tenga que levantar precisamente a esas tempranas horas, sino simplemente para despertarse, mirar el reloj y murmurar: "si hoy no me levanto más pronto que las diez...", mientras se revuelve sobre sí mismo entre las mantas y vuelve al placentero sueño.
Sueños de cuento.
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El mundo en el que vivimos no deja de sorprenderme y en una época en la que
viajar y disfrutar de las grandes ciudades se ha convertido en el mayor
pasat...
Hace 22 horas
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