miércoles, 14 de abril de 2010

Familia

El hombre boqueó ante el espejo. Se ahogó antes de dar el tercer estertor.

Su familia le vio tirado sobre las baldosas justo después de su programa de televisión. (Aún se le movía la extremidad izquierda...)

Enterraron su cuerpo en un caluroso día de agosto. "Apesta", dijo el hijo menor. "Se hace tarde. Hay que hacer la compra para al sábado. Despedíos.", maulló su mujer.

Y todo concluyó con un sonoro portazo.

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