miércoles, 7 de abril de 2010

Ausencia

Mi vista se detiene en encinas dispersas y achaparradas a través del desgastado cristal del ferrocarril, cadenciosa y ausente, como queriéndose evadir del mundo real y crear uno ficticio y más, a su manera, real y cercano.
Escucho una cadenciosa canción, en inglés, que hace que vea mi alrededor como un estado líquido. Mi presencia sumergida en él como un extraño océano de aire en el que flotaran miradas cansadas y conversaciones intracesdentes.

La luz es ahora suave y comienza a tornarse rojiza: el Sol cae.
Pronto oscurecerá.

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