lunes, 25 de enero de 2010

La cita

Aquí se sucederán fragmentos de historias o simplemente de imágenes urbanas de personas (in)trascedentes con vidas plenamente trascendentes que he ido anotando durante mis rutinarios trayectos en mi pequeña libreta durante ya hace algún tiempo.

Uno de mis primeros fue este:


Ante mí, la figura de una mujer de rostro adusto y seco. Sus ojos oscuros, casi negros. La nariz caprichosa en el puente central, formando una curva extraña que le da una apariencia si cabe aún más hosca. Un grueso jersey de cuello de cisne, insistentemente negro, como lo son sus pantalones de pitillo y el sobretodo que deja reposar sobre ambas manos. Antes de subir al vagón se acicala y arregla los cabellos que cubren, cansados, el círculo del rostro. Lo hace con esmero, con la paciencia que tienen aquellos que van a quedar con alguien especial...

2 comentarios:

  1. Me ha encantado lo de: "y el sobretodo que deja reposar sobre ambas manos".

    A mí también me gusta observar a la gente ;)

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  2. Sí, es que me encanta esa palabra...
    Gracias. ;)

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