miércoles, 12 de mayo de 2010

Sueño

Ahora me imaginarás de espaldas con el ruido del grifo de fondo. Mis pelos sucios y desgreñados por el día de limpieza. Sí. Lo siento. No soy la mujer de tus sueños. Tengo marcadas cartucheras, el comienzo de unas desagradables bolsas bajo mis ojos y unos pechos que hace mucho tiempo no levantan la vista del suelo.
Pero sucede que no me importa. Porque el relato se acaba, ¿sabes?

¿No has visto esa mariposa que ahora se posa sobre el fregadero? Lo ves. Yo también sé jugar. Piensa en esa mariposa. Solo en esa mariposa...


¿Quién será?


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