Desaparecí una mañana de noviembre. Me dio por pensar en aquel colgante de coral rojo que nunca la podría regalar. Y así, como quien pierde una moneda o una mascota, me extravie en aquel jardín japonés.
Jamás escogí el camino adecuado.
AGOSTO
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No es justo criticar las letras tristes de alguien (cuando tú también estás
rota).
Hace meses que no hablamos el mismo idioma. Quizá la línea se ha aver...
Hace 1 mes
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