Cuando me presentó los primeros borradores no tuve más remedio que quedarme sin habla. En mis manos se encontraba el libro incesantemente buscado. El libro de todos los libros. El libro total buscado por Borges en su biblioteca de Babel. Estaba formado por trescientas cuarenta y tres páginas ( incluyendo agradecimientos e índice), que a su vez se dividían en cincuenta y dos capítulos con tres apartados en cada uno de ellos.
Los primeros tres capítulos iban introduciendo al lector en el vasto universo que le aguardaba. Explicaba palabras, metáforas, símbolos. Diseccionaba detalladamente las motivaciones que le llevaron a escribir el libro, las dificultades que encontró en el camino. Aclara y repite (sin que ello moleste) todas y cada una de las dudas gramaticales, sintácticas, históricas, científicas o de cualquier otra índole que pudieran hallarse en capítulos posteriores, haciendo así un libro adaptado a cualquier nivel intelectual.
Nueva exposición de Shaun Tan.
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Desde el pasado 28 de septiembre, la Galería Beinart en Australia cuenta
con una exposición muy especial. Y es que se cumplen 10 años de la
publicació...
Hace 5 semanas