miércoles, 9 de marzo de 2011

Huida

Desaparecí una mañana de noviembre. Me dio por pensar en aquel colgante de coral rojo que nunca la podría regalar. Y así, como quien pierde una moneda o una mascota, me extravie en aquel jardín japonés.

Jamás escogí el camino adecuado. 



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